Los datos de más de 180 trabajos de investigación sugiere que los aceites de pescado podrían minimizar los efectos que la comida basura puede tener en el cerebro, de acuerdo con un examen realizado por investigadores de la Universidad de Liverpool.
El equipo del Instituto de Envejecimiento y Enfermedades Crónicas de la Universidad revisó estudios de todo el mundo para ver si había datos suficientes para sugerir que los Omega-3 tenían un papel que desempeñar para ayudar a la pérdida de peso.
Las investigaciones realizadas durante los últimos 10 años indican que las dietas altas en grasa pueden afectar la neurogénesis, proceso que genera nuevas células nerviosas, pero las dietas ricas en omega-3 podría prevenir estos efectos negativos mediante la estimulación de la zona del cerebro que controla la alimentación, el aprendizaje y la memoria.
Los datos de 185 artículos de investigación reveló, sin embargo, que los aceites de pescado no tienen un impacto directo sobre este proceso en estas áreas del cerebro, pero es probable que desempeñen un papel importante en detener los azúcares refinados y la capacidad de las grasas saturadas de inhibir el control del cerebro sobre el consumo del cuerpo de los alimentos.
El peso corporal se ve influido por muchos factores, y algunos de los más importantes de estos son los nutrientes que consumimos de forma excesiva de ciertos macronutrientes, los azúcares refinados y las grasas saturadas se encuentran en la comida basura que puede conducir al aumento de peso, alterar el metabolismo e incluso afectar el procesamiento mental. Estos cambios se pueden observar en la estructura del cerebro, incluyendo su capacidad de generar nuevas células nerviosas, lo que potencialmente relaciona la obesidad con las enfermedades neurodegenerativas”, alerta la doctora Lucy Pickavance, del Instituto de Enfermedades Envejecimiento y crónica de la Universidad.
Pickavance explica que la investigación sugiere que los aceites omega-3 de pescado pueden revertir o incluso prevenir estos efectos y ayudan a perder peso mediante la estimulación de determinados procesos cerebrales.
Los trabajos de investigación muestran que las dietas altas en omega-3 provoca la secreción de hormonas en los tejidos del cuerpo a la circulación después de comer, que protegen a las neuronas y estimulan su crecimiento. Pero las dietas ricas en grasas saturadas impiden el pasa al cerebro de estas hormonas por el aumento de moléculas inflamatorias y triglicéridos.
Las moléculas que estimulan el crecimiento del nervio también se reducen con dietas ricas en comida chatarra, pero si se comen pescados ricos en omega-3 se restaura la función normal al interferir con la producción de estas moléculas inflamatorias y suprimir los triglicéridos.
Los aceites de pescado no parece tener un impacto directo en la pérdida de peso, pero pueden frenar los efectos perjudiciales de algunos de los procesos desencadenados en el cerebro por las dietas altas en grasa. Además imitan los efectos de las dietas restrictivas en calorías, por lo que una dieta rica en pescada sin duda podría ser un paso positivo para aquellos que quieran mejorar su salud en general”, concluyó Pickavance.
La investigación se publica en la revista British Journal of Nutrition. Dr Pickavance también discutirá los efectos de las dietas altas en grasas en los patrones de comida y los efectos de las grasas saturadas de alta en la composición muscular en el 20 º Congreso Europeo de la Obesidad en el Liverpool Arena and Convention Centre a finales de este mes.
http://quo.mx/2013/05/15/pragmatas/pescado-frena-dano-de-comida-chatarra
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