Audrey Ferguson, de 51 años, reside en el condado de Dorchester, en un lugar aislado que se encuentra a unos 80 kilómetros al noroeste de la ciudad de Charleston. Desde 2005, la señora llamó a los servicios de emergencia en más de 100 ocasiones y fue transportada en ambulancia al hospital de la ciudad.
Una vez allí, aseguraba sentirse mejor y se retiraba diciendo que llamaría a su hijo para que la recogiese.
Poco a poco, los paramédicos empezaron a sospechar de su actuación y avisaron al alguacil cuyos tenientes arrestaron a la señora Ferguson cuando quiso repetir el truco de siempre, a principios de este abril.
“Nos usaba claramente para el transporte, a expensas del estado”, dijo a la prensa local el director de Servicios de Emergencia Médica, Doug Warren.
Añadió que cada viaje costaba 425 dólares, más el kilometraje a una tasa de 4,37$, todo ello pagado con recursos del programa gubernamental Medicaid.
A Ferguson le incriminan el uso indebido del servicio de emergencia, así como falsa información.
http://sp.rian.ru/incredible/20130429/156976844.html
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